¿Puede el rendimiento luminoso de los LEDs competir con el de las soluciones de iluminación convencionales?

De ninguna manera hoy en día se trata de "dar la talla"; los LEDs como tecnología ya se han convertido en un estándar. Y particularmente, las eficiencias actuales y las altas calidades de la luz han sido el motor para transformar ya más del 50 % del portfolio a través de los LEDs. El rendimiento luminoso de los LEDs de hoy en día supera al de todas las lámparas tradicionales, a veces incluso muchísimo. Un buen ejemplo es la línea continua actual, la E-Line LED, que marca pautas en la eficiencia y que, con su rendimiento luminoso >130 lm/W proporciona una combinación casi perfecta entre LED y óptica. Y es esta combinación la que, junto con la gestión térmica inteligente, ofrece un rendimiento luminoso y una calidad óptimos.

¿Qué importancia tiene la gestión térmica?

La gestión térmica adecuada, es decir, la disipación óptima del calor generado por un módulo LED, tiene una gran influencia sobre la vida útil. Esto es de gran importancia, especialmente para las líneas de productos que son importantes para la aplicación industrial y que optan por los altos paquetes de flujo luminoso. Aquí los grandes retos son las gamas de temperaturas extremas, así como los procesos de mantenimiento laboriosos. Por ello, disponemos de unos expertos especiales en nuestra empresa dentro del centro de innovación y tecnología (ITZ) que se ocupan exclusivamente de este tema. Solamente de esta manera podemos cumplir con nuestro compromiso de trasmitir a los clientes la fiabilidad y la calidad máximas, lo que demuestran nuestras líneas de productos Mirona y Nextrema de forma impresionante.

En el pasado, las ventajas de los LEDs como, por ejemplo, la larga vida útil y la resistencia al frío y a la vibración, eran evidentes. El enfoque estaba, sobre todo, en las aplicaciones industriales y para las zonas exteriores. Ahora ya se hacen evidentes muchas otras ventajas que dificultan cada vez más la supervivencia de las lámparas convencionales. Tomamos las aplicaciones para las oficinas como ejemplo. Aquí los factores claves de eficiencia, inteligencia y calidad de la luz juegan un papel importante.

Debido al crecimiento considerable de las eficiencias solamente en los últimos dos años, la lámpara fluorescente T5 queda cada vez más obsoleta. Y hay que añadir la fusión inteligente de la fuente de luz de LED con los sistemas ópticos innovadores que forman una combinación casi invencible de eficiencia y coeficiente de rendimiento. Así, incluso hoy en día los gastos de inversión 'todavía' más elevados serán compensados por los tiempos de amortización más cortos. Y, además, la electrotecnia ofrece unas opciones casi ilimitadas en lo referente al manejo y la adaptación individual. La luz se convierte en una experiencia y es tan eficiente y rentable como nunca antes.

¿En qué áreas los LEDs tienen ventaja en comparación con las luminarias convencionales?

¿Cuándo recomienda las soluciones LED?

Ya no nos planteamos esta pregunta. Sabemos que los LEDs ya ofrecen la mejor solución para cualquier aplicación. En la industria, los factores de fiabilidad y robustez juegan un papel muy importante. En las aplicaciones para las oficinas se añaden la eficiencia y la inteligencia. Y ahora ampliamos la visión hacia otras aplicaciones como shop y retail o el sector sanitario. Se crean enormes posibilidades y potenciales para el trabajo con los LEDs.

A través de la interconexión de los LEDs más pequeños de diferentes espectros de color en un chip y de los productos desarrollados para este fin, tenemos la posibilidad de cambiar las temperaturas de color de forma continua. No es ningún problema generar espectros desde una luz de color blanco extremadamente cálido hasta una luz de color luz día. Este tipo de concepto de iluminación se adapta a los requisitos más diversos de cada aplicación. La acentuación y la promoción del comportamiento de compra por un lado en productos y mercancías, el aumento del bienestar (luz biológica) y de la concentración por el otro en el sector sanitario, en la enseñanza y, también, en las oficinas.